Pasajeros del vuelo AA313 de American Airlines vivieron minutos de alta tensión cuando dos rayos impactaron el fuselaje del Boeing 737 Max 8 en pleno trayecto hacia el Aeropuerto Internacional de Palmerola, Honduras. El incidente, ocurrido este martes sobre el mar Caribe cerca de Cuba, obligó al comandante a retornar de inmediato al aeropuerto internacional de Miami, en apego a los protocolos de seguridad aérea.

La información fue confirmada por fuentes de Aviación 504, quienes detallaron que la aeronave fue alcanzada por descargas eléctricas en dos ocasiones consecutivas, mientras volaba a una altitud de crucero. A pesar del susto, no se reportaron heridos entre los pasajeros ni la tripulación.

“El avión fue alcanzado dos veces por un rayo. El comandante tomó la decisión de regresar a Miami para que mantenimiento lo revise”, señaló la fuente técnica consultada.

Aunque los aviones modernos están diseñados para resistir impactos de rayos, las regulaciones internacionales exigen una inspección detallada de todos los sistemas y la estructura del fuselaje antes de autorizar un nuevo vuelo. En este caso, el retorno fue una medida preventiva para asegurar la integridad de la aeronave y la seguridad de todos a bordo.

Los pasajeros fueron posteriormente reubicados en otra aeronave, la cual completó el trayecto hacia Honduras sin mayores contratiempos, arribando horas después al aeropuerto de Palmerola.

Este tipo de fenómenos, aunque poco frecuentes, recuerdan la importancia de los estrictos protocolos de seguridad en la aviación comercial. Los sistemas modernos de los aviones canalizan la energía del rayo sin comprometer la seguridad de quienes viajan, pero cada impacto debe ser evaluado minuciosamente por personal técnico especializado. Redacción Laura V.V.