Tegucigalpa, Honduras.- Nestlé recibió un reconocimiento por parte de la sexta edición de “Los Bóscares”, una iniciativa de Reforestamos México que analizan y dan a conocer los proyectos empresariales más innovadores, integrales e inspiradores para el cuidado de bosques en México, Centroamérica, Colombia y Perú.

Nestlé lleva a cabo el Proyecto de Reforestación “Bosques del Mañana” en Honduras que tiene como propósito plantar y hacer crecer 5 millones de árboles durante los próximos cinco años en fincas cafetaleras del territorio hondureño que forman parte del Plan NESCAFÉ.

Esta iniciativa es parte del Programa de Reforestación Global y de la estrategia de Forest Positive de Nestlé, que tiene el objetivo de plantar y hacer crecer 200 millones de árboles en el mundo para 2030. El Programa de Reforestación Global de Nestlé, busca generar valor con impacto positivo en las personas y el planeta, mediante la implementación de sistemas agroforestales y apoyando a otras actividades de restauración.

La compañía ejecuta el proyecto en Honduras a través de la Fundación CoHonducafé, buscando hacer una sinergia que impacte positivamente a los caficultores hondureños de las áreas de influencia del proyecto: remoción de carbono, mejoramiento de los suelos y la biodiversidad y de la productividad de las fincas, todo en pro de la sostenibilidad de la actividad cafetera en los años venideros.

Kim Waigel, Gerente General de Nestlé Honduras dijo “Nos sentimos sumamente orgullosos con nuestro proyecto Bosques del Mañana en Honduras, que busca crear sistemas agroforestales, cercas vivas y plantaciones en la cadena de suministro de NESCAFÉ. Este proyecto busca impactar positivamente más de 13 mil hectáreas de la zona cafetera y cerca de 6 mil caficultores”.

Hasta septiembre del 2023, el Proyecto de Reforestación “Bosques del Mañana” en Honduras ha logrado sembrar más de 1.5millones de árboles. “Esta iniciativa busca contribuir a la restauración de los ecosistemas naturales en nuestras cadenas de abastecimiento. Desde Nestlé sabemos que los ecosistemas prósperos son clave para la producción de alimentos y la resiliencia de las comunidades”, concluyó Waigel.