Tegucigalpa, Honduras.- Este Martes Santo, miles de hondureños se reúnen en todo el país para vivir una jornada de profunda reflexión, oración y unidad. En el marco de la Semana Santa, este día se presenta como un paso crucial hacia el Triduo Pascual, que inaugura los momentos más solemnes y significativos de la Pasión de Cristo.

A lo largo de la jornada, las iglesias se colman de fieles que participan en misas, procesiones y actos litúrgicos, centrados en la figura de Jesús y, particularmente, en la traición de Judas Iscariote, un tema clave de las lecturas del día. El Martes Santo, también conocido como el «Martes de la Controversia», rememora los momentos en los que Jesús se enfrenta a sus acusadores, aquellos que tienen el poder de condenarlo. Este acto de confrontación se convierte en un hito de controversia y reflexión en la historia religiosa.

En Tegucigalpa y San Pedro Sula, las actividades comienzan temprano con confesiones y meditaciones, seguidas por la solemne procesión del Nazareno, una de las tradiciones más profundas de la Semana Santa. En muchas comunidades rurales, se organizan representaciones dramáticas de los últimos momentos de Cristo, lo que refuerza el espíritu de recogimiento y contemplación.

El Martes Santo invita a cada fiel a mirarse en el reflejo del alma y cuestionarse sobre la lealtad hacia Dios, analizando si, a través de sus actos cotidianos, son verdaderos discípulos de Cristo, o si, como Judas, caen en la traición. Los sacerdotes enfatizan que este es el momento propicio para buscar la reconciliación con Dios y con los demás, en un acto de humildad y oración, tal y como nos enseñó Cristo.

La lectura del día, extraída del Evangelio de San Juan (Jn 13, 21-33, 36-38), describe el instante crucial en que Jesús anuncia su traición y la negación de Pedro, dos eventos que marcan el comienzo de su Pasión. Es un llamado profundo a la introspección, a la paz interior y a la purificación espiritual.

A medida que nos acercamos al inicio del Triduo Pascual, el Martes Santo se convierte en una jornada para intensificar nuestra preparación espiritual, buscar la serenidad en el silencio y renovar nuestra fe en los grandes misterios de la Pascua. Redacción Wendoly V.V.