El enemigo invisible: ¿Qué tóxicos respiras en casa?
Tegucigalpa, Honduras.- Mientras caminamos descalzos, comemos tranquilos y respiramos sin preocuparnos, desconocemos los miles de litros de aire que pasan por nuestros pulmones a diario. El hogar, ese refugio que tanto valoramos, podría estar albergando enemigos invisibles: contaminantes que afectan nuestra salud a largo plazo. En este artículo, exploramos los riesgos de estos “invitados indeseables” y cómo incluso tu pantalla favorita puede ser un peligro oculto.
Los contaminantes más comunes y sus efectos en la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre la calidad del aire interior, que puede ser hasta cinco veces peor que el aire exterior. Entre los principales contaminantes de las casas se encuentran:
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Plomo: El veneno lento
El plomo, presente en pinturas antiguas (especialmente en viviendas construidas antes de 1978), se desintegra con el tiempo liberando polvo tóxico. En niños, esta exposición puede provocar daños neurológicos, problemas de comportamiento, dificultades de aprendizaje y trastornos renales. Según la OMS, «No existe ningún nivel de exposición al plomo que sea seguro». -
Moho: El alérgeno silencioso
El moho crece en ambientes húmedos como baños o sótanos, liberando esporas que pueden ser inhaladas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que la exposición prolongada puede causar rinitis, irritación ocular, ataques de asma y neumonitis. -
Asbesto: El fantasma de la construcción
Utilizado en materiales como tejas y baldosas, el asbesto libera fibras microscópicas cuando se deteriora o se manipula. Estas fibras son responsables de enfermedades graves como asbestosis, cáncer de pulmón y mesotelioma, un cáncer muy letal, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU.
El peligro oculto en la tecnología: cadmio en las pantallas
Otro contaminante silencioso se encuentra en los dispositivos tecnológicos que usamos a diario. El cadmio, un metal pesado tóxico, es conocido por su capacidad para dañar los riñones y es clasificado por la OMS como carcinógeno humano. Este metal se utiliza en algunos televisores con tecnología de puntos cuánticos (Quantum Dot) para mejorar el brillo y la calidad del color.
Sin embargo, el cadmio puede liberar toxinas durante el reciclaje o disposición final de los dispositivos. Aunque algunos televisores están etiquetados como QLED, no todos cumplen con los estándares de seguridad. La falta de regulación ha generado controversias, con modelos que no utilizan los puntos cuánticos correctos o contienen metales tóxicos como el cadmio.
La solución libre de tóxicos: los televisores QLED sin cadmio de Samsung
Samsung ha dado un paso adelante al eliminar por completo el cadmio de sus televisores QLED, asegurando una experiencia visual de alta calidad sin comprometer la seguridad de los usuarios ni del medio ambiente. Esta innovación, que comenzó en 2014, ha sido respaldada por certificaciones globales como la de TÜV Rheinland, que verifica que sus pantallas Quantum Dot no contienen cadmio.
Felipe Rabat, vicepresidente de Samsung para la región de Centroamérica y el Caribe, explica: “Creemos que la innovación tecnológica debe ir de la mano con la responsabilidad ambiental y la seguridad del consumidor”. De hecho, la tecnología QLED de Samsung es verificada por Société Générale de Surveillance (SGS) como libre de cadmio y cumple con las regulaciones europeas de Restricción de Sustancias Peligrosas (RoHS).
Elegir un televisor QLED certificado libre de cadmio no es solo una cuestión de calidad visual, sino de proteger la salud de tu familia y del planeta. No es solo lo que ves en la pantalla, sino lo que esa pantalla no contiene. Redacción Ruth Corrales.
