Crisis: Panorama de la atención médica renal en Honduras

Crisis: Panorama de la atención médica renal en Honduras

Crisis: Panorama de la atención médica renal en Honduras

Tegucigalpa, Honduras.- En un giro inesperado, el panorama de la atención médica renal en Honduras se ve sacudido por la entrada en escena de Nefrocentro, una empresa especializada en servicios de diálisis. Este movimiento ha generado un profundo debate en medio de una crisis que afecta directamente a los pacientes renales de Honduras.

Crisis en Honduras para pacientes renales: La situación se torna crítica para los pacientes renales del Estado de Honduras, quienes se enfrentan a un escenario desconcertante. La llegada de una empresa sin experiencia en el campo ha encendido las alarmas, dado que sus costos superan ampliamente los del anterior proveedor, lo que podría poner en riesgo la vida de quienes dependen de tratamientos de hemodiálisis.

Las reacciones de los pacientes no se han hecho esperar, manifestando su descontento a través de las redes sociales y exigiendo al Estado que no los abandone en esta difícil coyuntura. Consideran que la Secretaría de Salud ha tomado decisiones apresuradas que ponen en juego su salud y bienestar. De hecho, algunos pacientes han expresado sentirse utilizados como «conejillos de indias».

Se ha observado un aumento significativo en el número de pacientes renales internados, especialmente en el Hospital Escuela y en el Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula. Alarmantemente, se ha vinculado esta situación con la calidad de los insumos proporcionados por la nueva empresa, los cuales han generado complicaciones adicionales en la salud de los pacientes.

En medio de este caos, surge una preocupación aún mayor: la detección de la bacteria SERRATIA en la sangre de pacientes renales debido a la presunta mala praxis en el manejo de los catéteres por parte de la nueva empresa de hemodiálisis. Esto no solo aumenta el riesgo de complicaciones infecciosas, sino que también incrementa las posibilidades de complicaciones cardiovasculares, cerebrales y cerebrovasculares, entre otras, que pueden resultar fatales.

Continúa la incertidumbre y la preocupación ante la propagación de esta bacteria entre los pacientes renales de Honduras, evidenciando una situación que requiere una pronta y eficaz intervención por parte de las autoridades sanitarias.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!